jueves, 15 de agosto de 2013

Dias 13 - Rua - Santiago de Compostela. 23 kilómetros finales.

  Último día de peregrinación. Final del Camino en la tumba del Apóstol. Han sido trece intensos y duros días de Catedral a Catedral, de Oviedo a Santiago, del Salvador al Apóstol.
Como siempre en este día los sentimientos se mezclan. Alegria por haber podido concluir la peregrinación y tristeza por terminarla. La cabeza quiere descansar pero los pies quieren seguir andando.
Pero bueno, aún queda un día de caminata y la entrada en Santiago, que suele volver a ponerte los pies en la tierra por el contraste de  la ciudad bulliciosa y turística con la soledad y la tranquilidad del Camino que a ella lleva. Santiago siempre me gusta mas cuando no voy a ella como peregrino, sobre todo porque mis llegadas en peregrinación coinciden siempre con dias de masiva afluencia turística que es mejor evitar.
Ahora estoy haciendo cola en la Oficina de Atención al Peregrino mientras escribo. Hay una larga cola que apenas avanza, pero mientras escribo me distraigo.
He dormido bien tras ver vikingos en la tele, y como hoy no hay prisa, me levanto a las siete y cuarto y tras desayunar salgo a las ocho y veinte del hotel.
El día está completamente despejado y promete calor del bueno. Deshago los cien metros que separan el hotel del Camino y emprendo la marcha justo en el mojón que marca 19 kilómetros para Santiago. No se como lo miden. Debe ser hasta el principio de la ciudad,porque en realidad, cuando llegue a la plaza del Obradoiro llevaré 23 kilómetros de GPS.
El inicio de la etapa consiste en llegar al cercano pueblo de Pedrouzo, a algo mas de un kilómetro. Nada mas salir, de una casa rural cercana sale un grupo de niñogrinos de unos 10 años, con sus monitores. Van encantados cada uno con su pequeña mochila y su bordón.
La subida a Pedrouzo, que está en un pequeño alto, se hace por un bonito bosque que termina en las afueras del pueblo, que queda a la derecha y no se llega a cruzar, pues el Camino tuerce de inmediato a la izquierda para llegar a un bar en el que es la primera vez que paso y no paro. Hoy me pilla demasiado cerca del principio, pero aquí ya hay gente desayunando.
Pasado el bar se toma un precioso sendero que baja un bosque de eucaliptos. No se porque a mi este trozo me encanta. Hemos pasado cincuenta iguales o mas bonitos, pero este tiene algo especial que me atrae de manera diferente. El bosque es salvaje y tupido y el tramo siempre me recuerda la primera vez que pasé con Paloma.
El tramo es corto, de apenas kilómetro y medio y nos lleva hasta una pequeña aldea llamada San Antón. Hoy hay mucha gente en el Camino y se hace difícil ir medianamente solo. Desde Melide parecen haber aparecido peregrinos de debajo de las piedras, y por supuesto no conozco a ninguno.
Un nuevo bosque de eucaliptos que se atraviesa en llano nos lleva a un paso subterráneo bajo la carretera que da paso a la única subida fuerte de la jornada. Justo al comienzo de la misma hay un magnifico bar con terraza que está abarrotado. Yo tengo por norma procurar no parar antes de una subida, porque luego la arrancada es mucho peor. Así que sigo adelante.
La subida tiene mas de dos kilómetros y lleva hasta el aeropuerto de Santiago. Comienza fuerte, luego se suaviza un poco para terminar por un terreno en fuerte subida y además sin árboles que protejan del sol, que ya está pegando fuerte.
Hay mucha gente subiendo a diferentes ritmos. Veo una familia entera que acompañan a un abuelete que apenas puede subir, pero que no para.  Por aquí lo que no hay es ciclistas. Esos van por la carretera que es mas cómodo.
Tras el esfuerzo de la subida llegamos ya a la valla que delimita el aeropuerto. Este tramo es llano y va bordeando la pista principal ( y única, creo) del aeropuerto de Santiago. Se ve perfectamente la pista, pero en estos momentos no hay aviones despegando o aterrizando.
Al terminar el lado largo de la pista torcemos para rodear el lado corto. Justo al doblar está el mojón mas conocido del Camino, que es el que marca la entrada en el municipio de Santiago. Es grande e historiado y todo el mundo se hace fotos en él. Yo le pido a un señor que me la haga y después continuo.
Bordeamos ahora el aeropuerto por su lado corto, pasando al lado de las balizas de señalización. En la verja, como en tantos otras verjas en el Camino, la gente ha ido poniendo pequeñas cruces hechas con maderos. Pasamos también al lado de un arroyo que el año pasado tenía un aspecto deplorable. Las aguas eran rojas de óxido y tenia una pinta tóxica que tiraba de espaldas. Este año lo han debido sanear, porque ahora tiene buen aspecto.
Dejamos el aeropuerto para iniciar una pequeña bajada que nos lleva a San Paio, donde hay una bonita iglesia atendida por unas monjas italianas con una imagen de San Paio muy curiosa. Me gustan estas pequeñas iglesias de piedra oscura. Dan siempre sensación de paz y tranquilidad e invitan al recogimiento.
Fuera de la iglesia hay un bar que está abarrotado y un puesto donde venden toda clase de abalorios peregrinos, incluso esclavinas, por si quieres entrar en la ciudad en plan medieval.
Solo llevo poco mas de ocho kilómetros y además se que ahora viene una fuerte cuesta, así que paso del bar y me dedico a subir la corta pero dura pendiente que nos deja en un camino arbolado que nos lleva en dos kilómetros hasta Lavacolla.
Este es un pueblo de casas diseminadas y muy alargado que se cruza en su totalidad antes de llegar a lo que verdaderamente me interesa, que es la plaza del pueblo, donde hay un tenderete de música y dos bares. Me siento en uno de ellos y hago la primera y única pausa que refresca del día. Son las once y aprovecho para llamar a Paloma y decirle que esto está casi hecho. No parece muy impresionada, así que sigo. Me duele una pantorrila donde debo tener una sobrecarga, pero a estas alturas no parece nada importante.
Llego al famoso arroyo Lavacolla, donde los peregrinos medievales se lavaban sus partes pudendas para entrar mas o menos limpios a Santiago. No debían conseguirlo mucho, porque el botafumeiro de la Catedral se inventó precisamente para eliminar en lo posible el nauseabundo olor a peregrino, que es una mezcla de olor a sudor, a jabón lagarto, a réflex, a vaselina, a mierda de vaca pisada en el Camino y a linimentos para los pies.
Pasado el arroyo comienza la subida al Monte del Gozo, que es larga pero muy tendida salvo en un primer repecho algo mas duro.  Ya todo el rato por carretera atravesamos Villamaior y luego, en largas rectas peladas de árboles y donde el sol pega a conciencia, los centros regionales de Televisión de Galicia y Televisión Española. Una larga fila de peregrinos vamos avanzando por los arcenes con bonitas vistas de los montes cercanos a Santiago.
Este tramo se hace muy pesado hasta que finalmente llegamos a una urbanización que da acceso a San Marcos, donde nos desviamos a la izquierda para llegar al Monte del Gozo, desde donde ya solo nos quedan cinco kilómetros para llegar a la Catedral.
El monte del Gozo es toda una verbena compostelana. Para empezar, no es el verdadero Monte del Gozo, que se encuentra a unos trescientos metros a su izquierda. Desde aquí es imposible ver las torres de la Catedral, que solo se ven desde el otro lugar. Además lo corona una para mi bastante fea escultura que hicieron cuando vino Juan Pablo II. Lo único bonito es la pequeña capilla de San Marcos, donde es obligado dar gracias por el casi final feliz de la peregrinación. Por lo demás hay un chiringuito lleno y cienes y cienes de turistas pululantes.
Me alejo hacia el verdadero Monte del Gozo. Es un montículo a apenas trescientos metros de este  y cuando llego estoy completamente solo. Tiene una bonita escultura de dos peregrinos enormes señalando alegres hacia la ciudad de Santiago que desde aquí si se ve perfectamente abajo del monte. La Catedral se ve de martavilla, con sus cuatro torres alzándose por encima de los tejados de la ciudad vieja. El día es claro y despejado y la vista compensa el pequeño paseo. Desde aquí si que comprendes la emoción que sentían los peregrinos medievales que, tras un largo viaje lleno de penurias, llegaban a este punto y veían al fin la ciudad tanto tiempo soñada a sus pies.
Bajo después del monte hacia el albergue del Monte del Gozo, que quiero conocer. Es un enorme albergue compuesto de barracones con aspecto militar colocados en ordenadas filas. Tiene cabida para mas de 500 peregrinos. No se si será por la hora, pero está completamente vacío. Solo hay cuatro personas en la cafetería y nadie por las calles. La impresión es la de un campo de concentración recién liberado, del que han huido guardianes y prisioneros. Definitivamente no me gusta.
Salgo del enorme albergue por el otro lado y retomo el Camino que baja hasta la  entrada de Santiago por unas escaleras y cruzando dos puentes sobre las autopistas y las vías de tren.
Nos recibe una estatua de un templario peregrino y otra enorme escultura que representa a diferentes personajes relacionados con el Camino. A partir de aquí comienza una larga avenida en subida por la que atravesamos la parte mas moderna de Santiago. Es la avenida de San Lázaro, donde está la sede del Sergas, a donde vengo a trabajar de vez en cuando.
Al final de la avenida, Compostela empieza a envejecer. A medida que vas acercándote a la ciudad vieja los edificios van siendo mas antiguos mientras dejas atrás las Ruas de Valiño, Fontiñas, Concheiros y San Pedro hasta llegar a la Porta do Camiño, que da acceso a la parte vieja.La Porta desapareció hace tiempo y hoy solo un semáforo marca la separación.  Al comenzar este tramo me encuentro al de Bueu sentado en un poyete. Están gestionando albergue y luego bajarán a la parte vieja.
Ya por el casco antiguo subimos a la Plaza Cervantes desde donde, por la calle de la Azabachería, bajamos hasta ver a nuestra derecha San Martín Pinario y a nuestra izquierda la fachada de la Azabachería de la Catedral.
Bajamos las escaleras del túnel que une la Catedral con el Palacio de Gelmirez, donde siempre hay un gaitero tocando, y llegamos a la plaza del Obradoiro. Caminamos hasta el centro de la plaza evitando las masas de gente y llegamos al azulejo que marca el kilómetro cero.  Es la una y media de la tarde.
La peregrinación que comenzó en  un azulejo frente a la Catedral de El Salvador de Oviedo termina ahora, trece días , mas de trescientos kilómetros y un par de ampollas después, en otro azulejo enfrente de la Catedral de Compostela.
La plaza está de bote en bote. Hay de todo. Turistas a mansalva, muchísimos peregrinos, estatuas vivientes, gente disfrazada de Santiago o de Peregrino, un tren turístico.....no falta de na.
Me dirijo a la Oficina del Peregrino para obtener mi muy merecida Compostela, pero la cola es de las que tiran para atrás. Ya casi entrando al edificio están dos a los que conozco de vista. Les pregunto cuanto llevan y me dicen que una hora. Calculando la cola debe ser de mas de dos horas, así que me voy y ya volveré por la tarde.
Entro en la Catedral y lo mismo. La cola para dar el abrazo al Santo da la vuelta a la girola. Así que me limito a bajar a la cripta y a rezar un rato en la intimidad de la Corticela, donde casi nunca hay gente, y voy a ver como está la restauración del Pórtico de la Gloria. Han quitado varios andamios pero no se puede ver. En un afán recaudatorio inusitado han cerrado el Pórtico y solo puedes verlo si compras la entrada para ver el museo de la catedral. Me parece bochornoso. Terminarán cobrando por entrar en la Catedral o por cada kilómetro peregrinado. Que les den dos duros. Me voy bastante cabreado.
El cabreo se me pasa enseguida en cuanto llegó al hotel, que está a cincuenta metros de la Catedral. Es el mismo en el que estuve el año pasado. Es un hotel pequeño, de solo seis habitaciones. A mi me dan la misma del año pasado, que debe ser la única individual. Da justo a la fachada y tiene un balcón desde el que se ve la cercana catedral. Me gusta este hotel porque, sin ser muy caro, está perfectamente ubicado, enfrente de un lateral del parador y a tiro de piedra de la Catedral.
Me ducho y hago el resto de tareas y luego salgo a pasear. Me acerco a la oficina del peregrino, pero todavia la cola es enorme. Esperaré un poco mas. Así que vuelvo a la Catedral, que está ahora mas tranquila y le doy el abrazo al Santo. A la salida me encuentro con la pareja que iban vendados por todas partes. Nos saludamos y me dicen que a ellos se les estropeó la cámara el primer día, así que no tienen fotos. Me preguntan si tengo algún inconveniente en mandarles algunas de los cientos que he hecho. Encantado. Intercambiamos mails y me comprometo a mandarles una selección de paisajes.
También me encuentro al rapado, que me pregunta si he visto el verdadero monte del gozo. Le contesto que si y los dos nos mostramos muy orgullosos de conocer un secreto peregrino que poca gente conoce.
Paloma me llama para decirme que ha recibido las flores que le he mandado por su santo que es mañana. Menos mal, porque habiéndolo organizado a tanta distancia no tenía yo la seguridad de que funcionase. Menos mal que he tenido la complicidad de Paloma hija, que me ha confirmado el código postal de Torre. Por cierto, felicidades a las dos.
Después me como unos caracoles al albariño en un bar que conozco y me acerco de nuevo a la oficina del peregrino.
La cola ahora es la mitad, así que me pongo el último y me dedicó a escribir mientras espero. Cuando ya estoy entrando en el edificio miro para atrás y veo que unos puestos detras mio hay un chico en silla de ruedas. Es un chico joven , de no más de diecisiete años. Es extranjero, de habla inglesa y viene con sus padres y los que deben ser sus hermanos. La oficina donde dan las Compostelas está en un primer piso, así que en cuanto entramos en el edificio, el padre sube a contar la situación. Inmediatamente baja una chica a tomarle los datos en el piso de abajo. Después sube y le baja su Compostela mientras el padre no para de hacer fotos. La cara de alegría del chico es un poema, al igual que la de todos los miembros de su familia. Los que esperamos en la cola estamos todos impresionados.
No se de donde viene o que tramo ha hecho. Sobre todo no se como lo ha hecho. Pero al menos ha tenido que hacer cien kilómetros en su silla para recibir su Compostela. Es impresionante lo mires como lo mires.
¿Y yo creía que el Camino Primitivo era duro?. ¿ Y yo creía haber sufrido y vencido dificultades?.  ¿Y yo creía haber tenido aguante y perseverancia?.
¡Menuda lección acabo de recibir!.
Solo por esto me alegro de haber decidido hacer la cola y no esperar a que no hubiese nadie. Es lo mas grande que he visto en todos mis años de Camino.
Recojo mi Compostela orgulloso al menos de tener el mismo reconocimiento que tiene ese chaval, aunque él lo mereezca el doble.
Me siento luego en una terraza en la Plaza de la Quintana a hacer tiempo hasta que comience la misa de siete y media. En la plaza están actuando una pareja de payasos que hacen malabares y la gente se sienta en las escaleras a verlos. El ambiente es muy agradable. 
Media hora antes entro en la iglesia y me siento en el primer banco lateral al altar. Es el mejor sitio de toda la iglesia para ver el botafumeiro, si es que lo hay. A mi lado se sientan cuatro monjas con lo que completamos un banco muy santo.
La misa está "patrocinada" por los mismos que lo hicieron el año pasado ( la escuela de no se que del Ejercito) cuando en esta misma fecha estuve aquí. Pero la crisis hace estragos y este año no han debido tener presupuesto para botafumeiro, así que nos quedamos sin él. Por cierto que este año han venido desde Oviedo. Salieron el día uno, así que me llevaban un día de distancia.
Al principio de la misa citan como siempre a los peregrinos por su lugar de salida y su origen. No se que tengo que a mi nunca me citan, así que cuando dice el cura " y desde Oviedo" pongo la orejas tiesas,  pero nada. Desde Oviedo han llegado según el cura un checo y un francés a los que yo no he visto en todo el Camino. Tendré que esperar a la misa grande de mañana a ver si de una vez me nombran...
Tras la misa voy a cenar a un restaurante cercano y tomo una nécora, unas zamburiñas a la plancha y un rape.  Todo muy bueno y es una excelente cena de celebración.
Después vuelvo hacia el hotel, pero al pasar por la Plaza de la Quintana veo que hay un escenario delante de uno de los cafés donde una pareja está cantando ópera. Me quedo a escucharles. No es que sean muy buenos, pero por dos cincuenta que me cuesta una coca cola tampoco espero a Plácido Domingo. La noche es de lujo y el ambiente es muy agradable, así que me quedo hasta que rematan con un Nessun Dorma que suena mejor por el lugar especial donde estamos que por sus voces.
Y me voy a la cama. Mañana tengo día libre en Santiago antes de coger el autobús para ir a Bueu a reunirme con mi familia, que me apetece mucho.
TRIVIAL DEL CAMINO.
Ultima pregunta de este trivial que a mi me ha divertido mucho y que espero que os haya servido para conocer algunas curiosidades sobre el Camino de Santiago y su importancia en la construcción de España y de Europa. No en vano es el primer itinerario cultural europeo.
Hoy voy a hacer dos preguntas, y la primera se la dedico a mi tía Carmina, que se que le va a gustar.
- ¿ Que ministro español impulsó y consiguió la denominación de Primer Itinerario  Cultural Europeo para el Camino de Santiago?
La segunda cuestión me gusta mucho porque es un tema bastante desconocido.
El mas bello himno u oración a la Virgen Maria tiene mucho que ver con Santiago de Compostela.
Aunque hay cierta discusión sobre su autoría , la versión que aceptamos como cierta todos los peregrinos relaciona su autoría con un personaje muy relacionado con Santiago, y el momento de su composición con una ocasión de gravísimo peligro para la tumba del apóstol.
Las preguntas son las siguientes
- ¿ A que himno u oración me refiero ?
- ¿ Quien lo compuso ?
-¿ Que grave peligro para los restos del Apóstol se dice que le impulsó a componerlo?
No es difícil. Ya sabéis que desde que hay google no hay pregunta difícil sino búsqueda incompleta..
Saliendo de Rua
Niñogrinos
Bosque de Pedrouzo
Bosque de Pedrouzo
Aeropuerto
Mojon de entrada
Capilla de San Paio
Arroyo Lavacolla
Camino al Monte del Gozo
Escultura en el Monte del Gozo
Escultura en el Monte del Gozo
Catedral desde el Monte del Gozo
Albergue Monte del Gozo
Llegando al casco viejo
Kilometro cero
Catedral de Santiago
Payasos en la plaza
Puerta de Platerias
Gaitera
Opera en vivo
Hotel As Artes

4 comentarios:

  1. Celebro que el Peregrino ha llegado sano y salvo a Santiago. Pero el final a mi gusto es demasiado "Disney". Sinceramente, me gustan más las gestas por los montes asturianos donde se siente el espíritu aventurero. Pero bueno, esto es lo que hay.

    En cuanto a la pregunta de hoy del Peregrino, cedo a mi amiga Cristina, que navega mejor que yo, pues ya se sabe que Google es muy falso y si tecleas Ave María Compostela te salen los horarios de Renfe (no es coña).

    Bueno, que ya hemos felicitado a Mrs. Rodríguez, la cual hállase sin aliento ante el cercano encuentro con el Peregrino,que obviamente no olerá ya tan bien como ha descrito a sus colegas. La madre y la hija se lo pierden.

    ¡Felices vacaciones en Bueu y hasta la vuelta!

    Porrizamburiño

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  2. No puedo ni escribir de la emoción , que bonito lo del chico en silla de ruedas , me ha encantado , esto vale por todas las enseñanzas de las que nos has privado durante estas etapas.
    besos a todos y que sepais que tengo mucha suerte de este marido (peregrino) que tengo
    Paloma

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  3. Publico de nuevo para decir que la fiel Cristina está desconsolada porque trata de publicar (largo y por dos veces) y el virus (debe ser el Nurse Mery) no se lo permite. Dice también que las preguntas de hoy son difíciles. Yo transmito sus cuitas.

    Por cierto, el Camino de Santiago fue elegido como el primer Itinerario Cultural Europeo en 1987 por el Consejo de Europa. ¿Sería Javier Solana el ministro entonces?

    Y ¡cómo se está poniendo de acaramelado el inminente encuentro de Rodríguez y el Peregrino! Ya puede irse Palomita con Brandy a dar un buen paseo por Bueu.

    Porrimiento de Padrón

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    1. Gracias Juan por tu ayuda y me imagino q a estas alturas el encuentro ya habrá acontecido y estarán los dos tortolitos mirando el mar desde su terraza.
      Que difícil has cerrado hoy el trivial aunque seguramente lo que tu preguntas estará en el Codex caluxtinus porque en Google imposible!! Besos y buenas vacaciones

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