martes, 13 de agosto de 2013

Dia 12 - Melide - Rua. - 33 kilómetros largos pero muy hermosos.

Pues esto se acaba.
Ya estoy a solo 19 kilómetros de Santiago, a donde espero llegar mañana sin mas dilación. Ya tengo ganas de acabar y ver a la familia, que se les echa de menos.
Hoy la etapa ha sido muy peculiar. Para empezar, muy larga. Treinta y tres kilómetros requieren muchas horas de caminata y cansan.
Además el Camino ha cambiado. Ayer empalmamos con el Camino francés y hoy eso se ha notado y mucho en la cantidad de gente en ruta. Sin llegar a ser agobiante, ahora hay mucha mas gente andando. Tienes ratos de caminar sin ver a nadie, pero generalmente vas viendo siempre gente. Ahora hay mas grupos y mas gente o muy joven o muy mayor, que en el Camino Primitivo apenas veíamos.
Y en tercer lugar, la etapa de hoy ya la conozco. Es la tercera vez que paso por estos parajes y se que es la etapa mas bonita del Camino desde Sarria. Apenas se anda por carretera, al contrario que los dos últimos días, tiene un relieve bastante facil y los paisajes por los que se pasa son preciosos. O sea, una etapa para disfrutar.
Me despierto a las seis y media bien descansado. La feria no ha molestado nada ya que la insonorización de la habitación es muy buena. Me preparo rápidamente y a las siete y veinte, con las primeras luces, ya estoy saliendo.
Lo primero que veo son peregrinos. Varios grupos pasan por la calle principal en dirección a la salida. Por primera vez desde Oviedo no conozco a nadie de vista. Hasta ahora hemos sido siempre los mismos, y nos veíamos principalmente en las paradas intermedias o en los finales de etapa. Ahora somos un montón.
La salida de Melide es rápida, se sube una cuesta estrecha que da al cementerio y se baja hasta la carretera para cruzarla al cabo de un poco y llegar a Santa Maria de Melide, una iglesia del siglo XII que ahora está cerrada, pero que tuve la oportunidad de ver el año pasado y que tiene unas pinturas murales del siglo XV preciosas y la única reja románica que se conserva en Galicia.
El Camino se interna ahora en una zona boscosa, casi llana y muy bonita que en dos kilómetros nos lleva hasta un sitio precioso. Es un remanso de un río en medio del bosque que se cruza por una pasarela de piedras irregulares que a todo el mundo le encanta y en la que todo el mundo se hace fotos. Cuatro adolescentes me piden que les haga una mientras cruzan. Después cruzo yo y sigo.
Un poco mas adelante hay un puesto en el que hay cestos de frutas. No hay nadie cuidándolo. Cada cesto tiene su precio y quien quiere coge una pieza y deja el dinero en una caja. Un sistema basado en la confianza  que funciona.
Viene ahora la primera de tres subidas de cierta consideración que hay antes de llegar a Arzua. Vamos por el bosque y aunque se suda, no cuesta demasiado. El día es, como los anteriores, ideal para caminar. Cubierto y algo fresquito, hace que solo se sude en cuestas como esta y que andar sea fácil.
Acabado el alto llaneamos un rato hasta bajar a Boente, en el kilómetro 6,, donde hay una pequeña iglesia moderna que tiene una bonita estatua de Santiago de un estilo casi naif.
Desde Boente se sigue bajando hasta llegar al fondo del valle y afrontar la segunda de las cuestas. Esta es bastante mas dura y requiere de mucho esfuerzo. Tengo el placer de ver como un grupo de ciclistas tiene que poner pie a tierra y subir empujando las bicis, cosa que me alegra bastante. Los ciclistas son una de las pesadillas del día de hoy. Hay muchos, nunca van solos, y salvo raras excepciones no se anuncian cuando llegan a una velocidad disparatada por detrás, con lo cual los sustos que te pegas cuando te pasa rozando un misil que no has visto venir son de cuidado.  Además tras ese misil suelen venir otros tres o cuatro que te pasan por cualquier lado. Lo mejor es no tratar de apartarse, sino continuar recto para que ellos puedan calcular por donde pasarte.
La cuesta termina en una carretera que se sigue un rato hasta llegar a Castañeda, en el kilómetro ocho y lugar famoso porque aquí estaban los hornos de cal para la construcción de la Catedral de Santiago. La tradición ( y el interés de los constructores) quería que los peregrinos trajesen una piedra desde Triacastela para dejarla en los hornos y contribuir así a la construcción. Hoy ya no hay nada que construir (ni nadie que lo compre con la crisis), así que seguimos camino.
Bajamos desde allí hasta llegar a un arroyo donde hay un área de descanso y volvemos a subir de nuevo.  No hago mas que adelantar peregrinos, algunos de los cuales van francamente en mal estado, pero todavía no he visto a nadie conocido.
Todo el Camino se hace por senderos anchos y bien cuidados y por zonas arboladas muy salvajes, con árboles antiguos cubiertos de musgo y numerosas corredoiras, algunas de ellas muy hondas y que siempre son preciosas de pasar.
Llaneamos un rato y después tenemos una fuerte bajada que nos lleva a Ribadiso de Abaixo, ya a la entrada de Arzua y donde hay un río que se cruza por un puente romano. Al lado del río está el albergue, que tiene una pinta estupenda y que dispone hasta de unas escaleritas para bajar a bañarse al riachuelo.
Estamos ya a las puertas de Arzua, lugar donde he hecho final de etapa las dos veces anteriores que pasé por aquí y que hoy solo voy a atravesar.
Desde Ribadiso hay una corta, pero fuerte subida hasta la carretera que da acceso a Arzua. En esa subida me pasa una especie de fantoche que va a toda velocidad con un atuendo como de corredor de maratón, pero con calcetines de marcha hasta las rodillas, una mochila muy pequeña y toda clase de gadgets tecnológicos adosados. La verdad es que va muy deprisa y se le ve en forma a pesar de ser mayor, pero el atuendo es de circo.
La entrada a Arzua es una pesadilla. Es una larga recta de kilómetro y medio por acera al lado de la carretera de acceso al pueblo. Cuesta un montón llegar al centro y sobre todo es muy aburrido.  Pero al final llego y me siento en una terraza a tomar algo. Ya llevo 14 kilómetros y es hora.
En la entrada de Arzua me he encontrado con el que se perdió hace unos días. Me dice que ha decidido qiedarsee en Arzua y hacer una etapa corta. Y tan corta. Son las diez de la mañana.....
Tomo una coca y agua y sigo. Aún me quedan 19 largos kilómetros hasta el destino de hoy.
Al pasar por el albergue de Arzua veo que ya hay diez o doce personas haciendo cola. Es increíble. Son las diez y media, el albergue no abre hasta la una o las dos y la gente ya está aquí sentada a la puerta para asegurarse una plaza. Esta carrera diaria por llegar muy pronto al albergue no tiene sentido. Esta gente ha tenido que andar una etapa muy corta o, si han salido de Palas de Rey, que es lo normal, han debido hacer mas de la mitad de la etapa de noche, sin ver ni disfrutar los sitios por los que pasaban. No lo entiendo.
Salgo de Arzua y pronto estoy de nuevo en un camino rural que empieza a ascender ligeramente alejándose de Arzua. De nuevo árboles, verde y bosques nos llevan hasta Preguntoño donde, tras pasar la carretera por un túnel, llegamos a un alto desde el que se ve Arzua, que queda ya un par de kilómetros atrás .
Antes de llegar al cruce de la carretera me equivoco en un desvío, pero me doy cuenta casi enseguida y vuelvo rápidamente al Camino, donde encuentro al rapado, que va con una gente a la que no conozco a un ritmo mas fuerte que el mio.
Ahora tenemos un rato de senderos llanos, muy anchos y que transcurren fundamentalmente entre bosques y campos cultivados. Pasamos por una zona de obras en la que parece que están construyendo una carretera. Recuerdo que pasé por aquí el año pasado y no me da la impresión de que las obras hayan avanzado nada. En este tramo adelanto al rapado y su grupo, que han parado no se a que.
En el kilómetro 19 pasamos Taberna Vella y en el 20 llegamos a Calzada, donde hay un magnífico bar donde paro por segunda vez. En el bar está el de Bueu con un ingles que va con una chica. Como ya llevamos 20 kilómetros y quedan aún 13, me como una naranja y unas nueces para coger fuerza. En el bar hay un perrillo al que le ha debido pillar un coche y va cojeando por las mesas a ver que le cae de comida. Da mucha pena, la verdad, pero no tiene pinta de estar mal alimentado con todos los peregrinos que pasan por aquí.
Conmigo se sienta uno al que conozco de vista pero con el que no había hablado hasta ahora. Está ya buscando albergue y creía que aquí había uno, pero el mas cercano está a cinco kilómetros aún. Charlamos un rato del Primitivo y sigo Camino, mientras él se queda  allí.
Seguimos por el mismo tipo de senderos hasta llegar a Calle, pueblo muy pequeño y que me parece bonito con su aspecto rural y sus calles mínimas por las que no cabe un coche. Antes había aquí un hórreo que se cruzaba por debajo, pero ahora ya no está.
Lo que si esta a la salida del pueblo es un rio con un lavadero con columnas que se cruza por una pasarela de piedra sin barandilla muy curiosa. Aquí les hice unas buenas fotos a Paloma, Luis y Concha la vez que hicimos juntos el Camino en el 2.010.
Seguimos por pistas del mismo estilo, muy agradables para caminar, hasta llegar en el kilómetro 25,5 a Salceda, donde andamos un pequeño trecho por el arcén de la nacional hasta llegar a un bar estratégicamente situado donde hago mi última parada del día.
Hay allí un grupo de gaditanos que a voz en grito se meten con todos los ciclistas que pasan por allí, dándoles voces de ánimo o diciéndoles que van parados, llamandoles Indurain, diciendo maricón el último..... No parecen tener mucho cariño a los bicigrinos.
Al cabo de un poco llega el rapado solo y se sienta conmigo. Quiere llegar a Pedrouzo, que está un kilómetro mas allá de donde llego yo. Charlamos un poco y al cabo de un rato llega la camarera invitando a tomar chupitos dentro del bar a todo el mundo.Estamos en la terraza y como el rapado quiere chupitos y yo rehuso amablemente, nos despedimos y yo continúo. Me quedan aún siete largos kilómetros.
Un poco mas adelante del bar abandonamos la carretera y pasamos a un sendero ascendente. Adelanto a un grupo en el que uno de los chicos lleva una mochila en el pecho y otra en la espalda. Está llevando la de una chica que debe ir tocada. El tío va tan ricamente sin dar aparentes signos de esfuerzo.
A poco de comenzar el sendero llegamos al monumento a Guillermo Watt, un peregrino belga que falleció aquí, a veinticinco kilómetros de Santiago. Estos monumentos son relativamente frecuentes y mas al acercarse a Santiago. En la etapa de hoy he visto tres. Este es un semicírculo de ladrillos donde hay un hueco en el que están esculpidas unas botas de senderismo y al lado hay una placa con el nombre del occiso.
Ya los kilómetros pasan rápidos, mas por las ganas de llegar que por las fuerzas, que empiezan a ser escasas. Dos kilómetros mas y pasamos la nacional por un túnel llegando a Brea y tras una nueva bajada alcanzamos de nuevo la nacional. Tenemos ahora una subida fuertecilla por un camino que va al lado del arcén de la nacional y que en un kilómetro y medio y tras cruzar la peligrosa carretera, que tiene mucho tráfico, nos lleva hasta O Empalme, última subida de la jornada.
En medio de la subida hay un área de descanso con una fuente y un curioso molino de viento que recuerda a los del Oeste americano.
En el alto hay no uno, sino tres bares y en uno de ellos está sentado el gaditano con otro. Se han quedado en un albergue cercano y han venido a este bar a disfrutar del espectáculo de lo que sufre la gente subiendo la cuesta. Un poco de morbo no hace daño a nadie.
Les saludo y sigo. Estoy solo a tres kilómetros y son todos de bajada. En el alto hay unas chicas sentadas que jalean a todos los peregrinos que pasan, dándonos ánimo. Se agradece.
Al cruzar el alto veo a una pareja curiosa. El va como un señor, sin mochila ni nada. Diez metros mas atrás va ella, con una enorme mochila y pinta de no poder mas. Él encima va regañándola porque les quedan cuatro kilómetros y no dos, como ella decía. Y es que en el Camino Francés se ve gente de lo mas rara.
Les dejo atrás y bajo el alto hasta llegar a un pequeño túnel por el que me desvío para ver la fuente de Santa Irene, que está allí justo al lado. Al volver veo que el que va sin mochila se está metiendo también por el túnel. Como no creo que vaya a hacer turismo, y pensando sobre todo en ella, que va hecha polvo, le aviso que el Camino no va por allí. Si llega a ir solo le dejo que se pierda.
Ya solo queda un corto par de kilómetros en los que pasamos de nuevo bajo la carretera y llegamos a Rúa, pueblo prácticamente inexistente. Al entrar hay una caseta de información del Camino donde entró a sellar. Allí está el de Bueu con cara de pocos amigos porque el único sitio donde le han dicho que puede conseguir habitación es justo en mi hotel, que le parece caro. Con él está el inglés y su pareja.
El hotel está en una carretera lateral a apenas cien metros. Tiene buena pinta mientras estoy llegando y está él solo en medio de la nada y pegado a la carretera nacional que pasa justo por su puerta.
Me registro rápidamente. Estoy bastante cansado y subo a la habitación con mi habitual botella de agua fría. La habitación está muy bien, a pesar de que hay que subir dos pisos de escaleras. Es abuardillada, tiene una cama muy grande y una ventana con preciosas vistas del Camino por el que he llegado y del que tengo que tomar mañana. Abajo se ve una terracita al sol con mesas y una pinta excelente para pasar allí la tarde , ya que en los alrededores del hotel no hay nada.
Son las tres. Es el día que mas tarde he llegado al hotel a pesar de haber salido muy pronto. También ha sido la etapa mas larga. Me doy una ducha larga y descanso un rato en la cama antes de bajar a la terraza, donde está la tribu de bicifamiligrinos de ayer, hoy en mejor estado de forma,  tres guiris tomando el sol y el de Bueu y sus amigos. Me siento a escribir y estoy un buen rato, porque aquí se está en la gloria.
Despues subo a la habitación hasta las siete y media, cuando bajo de nuevo a la terraza y me tomo una soda con limón, que está de muerte. Las tres guiris siguen tomando el sol, acurrucadas en la única esquinita donde aún hay sol.
A las ocho ceno. Todos los que hay cenando son peregrinos, pero no conozco a ninguno. El restaurante está bien y ceno spaguetti con mejillones y zamburiñas, truchas con panceta y tarta de queso.
Despues me subo directo a la habitación a terminar de escribir y ver la tele. Quiero ver la serie vikingos.
Mañana solo tengo 19 kilómetros hasta Santiago. Me levantaré cuando quiera, sin hora y me lo tomaré con calma.
Esto se acaba y hay que apurarlo.
TRIVIAL DEL CAMINO.
Hoy solo ha acertado Cristina. Su respuesta ha sido completísima y no hay nada mas que añadir.
Solo quedan dos días de Trivial, así que voy a esmerarme en las preguntas.
Hoy vamos a practicar el latín.
-¿Como se llaman las cuatro rutas del Camino de Santiago que se originan en Francia y la atraviesan antes de entrar en España?.
-¿En que ciuades de Francia comienza cada una de ellas?
Muy fácil lo pongo para ser el final, pero bueno.
Amanecer en Melide
Salida de Melide
Iglesia de Santa Maria de Melide
Cruce de rio sobre piedras
Puesto de fruta
Camino a Boente
Iglesia de Boente
Una dura cuesta y pie a tierra.
Camino a Ribadiso
Albergue de Ribadiso
Entrada a Arzua
Arzua
Cola a la puerta del albergue de Arzua
Saliendo de Arzua
Corredoira
Puente de piedra en Calle
Camino a O Empalme
Subiendo a O Empalme
Yo a pelo y tu con la mochila
Camino a Rua
Hotel O Pino. Rua.
Vista desde la habitación

4 comentarios:

  1. El Peregrino gentilmente propone pregunta interesante y sencilla (hoy llega a Santiago y se le ve bien contento). Así que respondo dado que Cristina amablemente me lo permite.

    Cuatro caminos en Francia: Turonensis (desde Tours), Podiensis (desde Puy), Lemovicensis (desde Limoges) (confluyen los tres en St. Jean de Pied de Port y entran en España por Roncesvalles) y el Arletanensis (desde Arlés y por Toulouse) que es el que entra en España por Somport.

    Me ha gustado la pregunta, aunque no descarto que sea por que el Peregrino quiera hacer pronto la Vuelta a la Galia como Astérix.

    ¡Buena llegada a Compostela, Antonio! Gracias por tus crónicas.

    Jean (hoy Jacques) de la Porre

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  2. Espero Jacques de la Porre que hayas valorado mi gentileza y gane quien gane lo importante es competir e ir a comer con la tía Carmina!!!!

    Antonio hoy espero que sea una caminata serena hasta llegar a tu segundo hogar y abraza al apóstol también por mi, que aunque no he hecho el esfuerzo físico de las caminatas, las rutas las he seguido día a día.

    Esperamos hoy tu última crónica y ya empezamos a pensar en las próximas que vendrán, eso sí la Sra. Rodríguez se estará agarrando la cabeza cuando lea estas líneas de motivación al peregrino para que empiece a pensar en el próximo camino!!!!

    Un beso muy grande y que Santiago te reciba con un día espléndido.

    PD Por supuesto comparto todo lo que dice Juan en sus respuestas, no vaya a ser que por no citar nada me quede sin premio!!!!

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  3. como vereis el peregrino se está transformando en El Robin Hood del camino defensor de los pobres y oprimidos, siente lástima de una señora y de un pobre perrito cojo, Dios mio ¿con que me voy a encontrar ?que me lo han cambiado

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  4. Como ya sabeis, tengo el ordenador de casa con algo raro, sale un mensaje con una calavera diciendo que mi software esta en estado critico¿?.
    Escribo desde el trabajo, despues de leerme las ultimas cronicas (tenia mono), y ademas me daban envidia los comentarios de Cristina y Juan.
    Feliz fin de Camino, y a ver que tramo haces despues, pues este me ha parecido muy duro.
    un abrazo
    Nurse mery

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